El día 25 de Noviembre es el “Día  internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”.   Desgraciadamente hay que dedicar un día para denunciar y visibilizar  este grave problema que afecta seriamente  a  nuestra sociedad.
Según la IV Conferencia Internacional de  Mujeres de la ONU (Beijing, 1995) la violencia de género es: “Todo acto  de violencia sexista que tiene como resultado posible o real de  naturaleza física, sexual, psicológica, incluidas las amenazas, coerción  o privación arbitraria de libertad para las mujeres fundamentalmente,  ya se produzca en la vida pública o privada.”
En nuestra  “sociedad moderna y  civilizada” educada en el patriarcado y además en la violencia, esta se  ejerce constantemente, siendo la  violencia de género la más  significativa de la relación de desigualdad y dominio sexual. La persona  agresora ejerce la violencia para someter  y perpetuar la relación de  dominio y control sobre la otra. Por supuesto, quien agrede no es un  enfermo-a mental, es plenamente responsable de sus acciones.
Tan sólo, en el segundo trimestre de  2011, se recogen un total de 34.347 denuncias por maltrato, de las  cuales tan solo un 7,83% fueron presentadas por la víctima. El número de  víctimas mortales por violencia de género en el estado español en lo  que llevamos de año es de 61, siendo alrededor del 24 % de las víctimas  andaluzas.
No sólo es violencia de género aquella  que supone un maltrato físico, es la más visible, pero no la única, es  indispensable denunciar de la misma manera otras formas de maltrato y  afrontar nuestros propios errores para superarlos y no considerarlos  como naturales, porque no son más que expresiones de dominio.
Respecto a las condiciones laborales de  desigualdad también podemos considerarlas como herramienta de violencia  genérica. Aunque el número de mujeres en el mundo laboral ha aumentado  no lo ha hecho la calidad de las condiciones para estas. Las mujeres aún  trabajan más a tiempo parcial, abundan en los trabajos y sectores menos  valorados y por término medio están peor remuneradas y ocupan un número  mínimo de los puestos de responsabilidad. Por otro lado, el acoso  sexual en el trabajo supone una prueba muy significativa de la  persistente desigualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.  Jaleo!!! quiere unirse al trabajo de concienciación sobre este problema  con el propósito de incentivar a la juventud andaluza a reflexionar y a  que combata los factores que mantienen y justifican la desigualdad de  género como: la transmisión de roles patriarcales y machistas, el uso de  un lenguaje sexista o la propaganda indiscriminada y gratuita de la  violencia.
La liberación nacional, así como sexual es el objetivo que perseguimos pues consideramos que sin la primera, sin desligarnos de un estado colonizador, patriarcal y capitalista como es España; no conseguiremos la verdadera liberación sexual que lleve a la igualdad genérica y a la eliminación de toda forma de violencia hacia el pueblo andaluz.
¡Viva Andalucía feminista y antipatriarcal!
¡No más agresiones sin respuesta!
¡No más agresiones sin respuesta!
 

